«Invisibles, tapadas y excluidas»: la desigualdad también hace mella en las mujeres con adicciones
En el Día Internacional de la Mujer Juan Sánchez Miranda, director de NOESSO, reflexiona desde la propia autocrítica sobre cómo la desigualdad prevalece en nuestra sociedad a pesar de los esfuerzos realizados. Un paradigma que es aún más desalentador para las mujeres con adicciones.
El 8 de marzo está señalado en el calendario como una fecha en la que poner en valor el trabajo y esfuerzo que cada día realizan las mujeres, pero también, la lucha que desde tiempos inmemorables encabezan ante un mundo que en tantas ocasiones las ha dejado apartadas.
Esta situación no es menos preocupante cuando observamos el perfil de las personas atendidas en nuestro país por adicción, pues los últimos datos aportados por UNAD, La Red de Atención a las Adicciones, reflejan que ni siquiera la demanda de tratamiento en mujeres alcanza un 25%.
¿A qué se debe? Aunque las causas dependen de cada persona, es inevitable afirmar que el estigma recae de una forma mucho más dura sobre las mujeres que sobre los hombres. La mujer mantiene ese rol de «cuidadora» que le impide pedir atención por cargas familiares, por el propio «qué dirán» o porque muchas de ellas se han iniciado en el mundo de la droga por sus parejas.
Durante estos meses hemos analizado los perfiles y datos de las personas que fueron atendidas en NOESSO durante 2021 y, pese a que nuestra entidad defiende la igualdad como valor irrenunciable, hacemos frente a una situación estructural que no acabamos de romper como sociedad.
Como director de una entidad social que hace muchos años optó por convertir todos sus recursos en mixtos con el objetivo de que la recuperación y reinserción se asemejase lo máximo posible a la vida real, afrontando todas las resistencias que este tipo de medidas conlleva, me siento frustrado de que en 2021 no hayamos podido acoger a ninguna mujer en nuestra Comunidad Terapéutica.
Es cierto que no hay una mano perversa detrás de este dato, pero lo cierto es que el protocolo COVID-19 ha exigido disponer de una zona para posibles confinamientos y el aislamiento inicial de las personas en su ingreso. Como el número de mujeres que demandan tratamiento es muy inferior al de hombres, hemos tenido que sacrificar el ala de las mujeres.
Por otra parte, esta situación no solo ha afectado a nuestra entidad, sino que es extensible a otros dispositivos de la red de adicciones que se pensaron para los hombres y, en la actualidad, siguen estando destinados mayoritariamente a ellos.
Particularmente sangrante es el caso de las menores de edad. No hay ningún tipo de recurso en Andalucía que las atienda. En NOESSO hemos tenido que destinar varios casos de menores con adicción, pues no hemos encontrado un centro especializado al que derivarlas.
La gran mayoría de las mujeres que tienen problemas de adicciones asociados principalmente al consumo de alcohol y fármacos, se encuentran invisibles, tapadas y excluidas.
En definitiva, nuestra red de recursos está obligada a abrir su angular y, conscientes de la desigualdad estructural de género de partida, es preciso seguir reivindicándonos para que nuestra actuación sea inclusiva.
Juan Sánchez Miranda, Director de NOESSO.