Queremos haceros partícipes de lo que hemos vivido durante estas dos semanas en Laujar de Andarax (Almería) viviendo la experiencia de comunidad cristiana teniendo como objetivo: vivir una experiencia en comunidad donde compartir y profundizar la fe y dejarnos sensibilizar por la realidad que viviremos día a día. En la Comunidad Cristiana hemos vivido momentos de oración, de encuentro con uno mismo, de profundización en la fe, de conocimiento de vida y Proyecto de S.M.E.J. en un clima de compañerismo, de sinceridad y respeto. Abiertas a realidades que pudieran parecernos ajenas pero que en el fondo, forman parte de nuestra vida. La oración ha sido un punto de apoyo e impulso para nosotras para poder compartir y sobrellevar la experiencia que estábamos viviendo. Empezábamos las mañanas con una ráfaga de aire nuevo rezando laudes y terminábamos la jornada recogiendo nuestras reflexiones en la oración de vísperas. Sin olvidarnos y afianzándonos como Asunción. A esto ha ayudado también el año que hemos vivido con la canonización y el material que a partir de ello hemos trabajado, conociendo aspectos de S.M.E.J. que nos han servido para crecer como personas cristianas. Hemos enriquecido nuestra experiencia, compartiendo nuestra vida con los chicos de la Comunidad Terapéutica “La Quinta” (Asociación NOESSO). Hemos participado en la Terapia Ocupacional del Centro durante las mañanas compartiendo con ellos el trabajo que realizaban: limpieza del centro, cocina, cuidado de animales, mantenimiento de las instalaciones del centro, … Momentos que nos daban oportunidad de acercarnos ellos y que compartiesen con nosotras su experiencia de vida. Todo esto ha despertado sentimientos que nos han cuestionado. En las tardes, participábamos en las actividades que hubiese en el centro: deporte, dinámicas, talleres, … formando parte de la comunidad terapéutica siendo un único grupo. En La Quinta hemos palpado el coraje, la valentía, el esfuerzo, el afán de superación y la lucha por conseguir una meta. Todo esto nos ha llevado a darnos cuenta que en toda persona hay algo bueno por esperar y un mejor por descubrir, que cada paso de la vida tiene un por qué y que debemos luchar por alcanzar nuestros sueños. Sólo nos queda decir Gracias por este regalo que nos ha abierto un surco.
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