LA POBREZA TAMBIÉN AFECTA, DE MANERA DETERMINANTE, EN EL DESARROLLO DEL CEREBRO

El cerebro es una herramienta cargada de futuro, por su flexibilidad y versatilidad, pero al mismo tiempo es un registro fiel de las oportunidades que cada persona tiene en esta vida para desarrollarse.

Hace unos días que la Plataforma Almería unida Contra la Pobreza de Almería, concluían las actividades de esta última edición, con una magistral conferencia de la Doctora Charo Rueda Cuerva, bajo el título “Influencia de la pobreza en el desarrollo del cerebro”. Destacamos aquí algunas de las ideas más relevantes de la conferencia  pronunciada donde se abre un vasto campo para la intervención proactiva y preventiva, de cara a fomentar la igualdad de oportunidades y la responsabilidad ética de todos para con el desarrollo de cada ser humano que viene a este mundo.

 La escasez de recursos tiene un impacto directo en el desarrollo del cerebroconferencia charo 3

 Es importante subrayar la palabra también en el título de este artículo, ya que la pobreza se puede representar como un círculo de efectos negativos que impiden al individuo vivir con dignidad y ser dueño de su futuro.

La escasez de recursos tiene un impacto directo en la nutrición, el acceso a la educación, la salud y la exposición a situaciones adversas y de inseguridad de diversa índole. En las viviendas que carecen de recursos básicos se producen mayores problemas de salud. También hay mayor riesgo de violencia, siendo las mujeres particularmente vulnerables. Vivir en condiciones de pobreza repercute en los niveles de estrés, ansiedad y depresión de las familias y tiene un efecto profundo en las relaciones afectivas y sociales que se dan entre los miembros de la propia familia, y también entre estas familias y su entorno social.

En estas condiciones, hay también mayor riesgo de adicciones al alcohol y otras drogas que ayudan a afrontar la situación muy a corto plazo, pero tienen efectos devastadores en el individuo a medio y largo plazo. De forma colateral a todas estas condiciones, la pobreza pone a la familia en riesgo de marginación social y laboral, lo que a su vez causa mayor escasez y adversidad. De esta forma, el círculo se nutre a sí mismo como una bola de nieve.

Por si todo lo anterior fuese poco, desde el campo de la Psicología y la Neurociencia se han llevado a cabo numerosas investigaciones en los últimos años que muestran los efectos colaterales de la pobreza en el desarrollo del cerebro y las capacidades cognitivas de los niños que crecen en entornos de pobreza.

El cerebro es un órgano plástico que crece en conexión con la experiencia

El cerebro es un órgano tremendamente plástico. Esto significa que el cerebro crece en conexión con la experiencia. Las experiencias del niño nutren al cerebro y le hacen crecer de forma óptima. El grado en que el desarrollo intelectual y emocional del niño es estimulado por sus cuidadores repercute en el crecimiento del cerebro y también en la eficacia con la que funciona. La parte más plástica del cerebro, y por tanto también más vulnerable, es la que alberga las capacidades mentales superiores del ser humano, que son el lenguaje, la atención, la regulación de emociones y del comportamiento, la memoria y el razonamiento.conferencia charo 2

El cerebro se desarrolla en menor medida en niños y niñas que crecen en entornos de mayor pobreza

Un dato robusto que nos da la investigación en Psicología es que estas capacidades suelen ser menos óptimas en niños y niñas que crecen en entornos de pobreza. El fracaso escolar y los problemas de comportamiento se dan, con más frecuencia, en niños de familias con menor estatus socio-económico. Además de este dato, los avances tecnológicos de los últimos años en neuroimagen han permitido estudiar el impacto que tiene la pobreza en el desarrollo del cerebro. Las partes del cerebro más importantes para el lenguaje, la atención y el aprendizaje se ven particularmente afectadas. Estas partes del cerebro se desarrollan en menor medida en niños y niñas que crecen en entornos de mayor pobreza.

La investigación muestra de forma muy clara que son los efectos colaterales de la pobreza, y no los ingresos de la familia per se, los que se relacionan con un desarrollo menos óptimo del cerebro. Las oportunidades de aprendizaje, el uso de pautas educativas consistentes y que se transmiten sobre una base de afecto son cruciales y se asocian con un mejor funcionamiento del cerebro. Además, los efectos del entorno socio-económico se observan desde los primeros años de vida. El cerebro de los bebés de apenas un año ya muestra un funcionamiento más avanzado cuando los bebés están siendo criados en entornos de mayor nivel socio-económico.

Relevancia de la pobreza en la capacidad de los cuidadores para crear condiciones adecuadas para el desarrollo de los niños/as

Crecer en un entorno seguro y rico en oportunidades de aprendizaje, a la vez que sentirse querido y guiado con sensibilidad y afecto son los dos aspectos del entorno que parecen ser más importantes para el desarrollo del cerebro. Desafortunadamente, la pobreza deteriora enormemente la capacidad de los cuidadores para proporcionar estas condiciones a los menores.

Pobreza no es igual a sencillez y humildad, tampoco se puede definir exclusivamente como la falta de recursos económicos. El bienestar emocional y el acceso a oportunidades no está reñido con la sencillez, pero sí se ve tremendamente afectado por la pobreza. El cerebro crece mejor cuando lo puede hacer en condiciones de bienestar emocional y de acceso a recursos básicos de educación. Que la pobreza afecte al propio desarrollo del cerebro de los pequeños no solamente es injusto para los niños que nacen en familias con menos recursos, es también una forma de prolongar la pobreza de una generación a la siguiente.

La investigación de la neurociencia pone un nuevo dato sobre la mesa que no podemos ignorar. Otro motivo más para que veamos la necesidad de luchar contra la desigualdad de oportunidades. ¡Queremos padres sanos, felices, educados y con recursos para todos!

Extracto de la Conferencia «Influencia de la pobreza en el desarrollo del Cerebro» de Dª Charo Rueda Cuerva                                          Doctora en Psicología (Especialista en Neurociencia Cognitiva del Desarrollo)

NOESSO con las víctimas y sus familias. Nada puede justificar esta barbarie y menos aún pretender hacerlo en nombre de Dios

NOCHE FLAMENCA EN LA CANASTERA PROMOVIDA POR LA ALIANZA POR LA INTEGRACIÓN

Las Asociaciones A Toda Vela, No Estás Solo (NOESSO), Nuevo Rumbo y Teléfono de la Esperanza crean una Alianza por la Integración.

Apuesta colaborativa.

Hacer de la necesidad virtud. Esto es lo que resuena, como un lenguaje común en la reunión de constitución de la Alianza por la Integración, recientemente creada por estas cuatro organizaciones que se ocupan de afrontar la exclusión social en territorios tan dispares, y a la vez tan próximos, como la discapacidad, la enfermedad mental, las adicciones, el desempleo o la falta de esperanza de poder salir de cualquiera de ellas.

Las entidades que protagonizamos esta Alianza estamos convencidos que cooperar es apostar por el crecimiento solidario, mientras que competir es ahondar más en la jerarquización y degradación de nuestros pueblos y ciudades.

Nuestra misión no es crecer como entidades sino disponer de recursos para estar cerca de los que más nos necesitan.
Sacudidos por una crisis que sólo sabemos cuándo empezó, pero aún sin noticias de cuándo terminará, hemos decidido unirnos para ir poniendo en marcha iniciativas que visibilicen nuestra tarea diaria y sean generadoras de solidaridad entre los almerienses.

Para que los últimos de nuestra sociedad puedan seguir estando atendidos, y no de cualquier forma, sino con calidad y calidez, necesitamos disponer de recursos. Reclamamos a las diferentes administraciones públicas que redoblen sus esfuerzos para apoyar el trabajo que silenciosamente realizamos para ocupar un espacio que deberían atender desde sus respectivas responsabilidades de Estado, y que de manera subsidiaria hemos tenido que asumir desde el Tercer Sector. Pero al mismo tiempo, buscamos la sensibilidad y generosidad de nuestro pueblo, convencidos de que el corazón es capaz de hacer milagros.

 

Flamenco en La Canastera

La primera de las acciones que hemos programado nos lleva a un barrio especialmente sensible y condolido: la Chanca. En el Tablao Flamenco “La Canastera”, tendrá lugar una actuación el próximo 29 de junio, a las 22 horas, donde María “La Rabota” bailará los cantes de Potito de Almería, acompañados a la guitarra por Pedro Funde y la caja de Antonio Torres.

Desde aquí las cuatro Asociaciones que hemos promovido esta Alianza por la Integración, invitamos a compartir un rato agradable al tiempo que departimos un rato con los socios y amigos de A Toda Vela, No Estás Solo (NOESSO), Nuevo Rumbo y Teléfono de la Esperanza.

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¡NO MÁS MUERTES EN EL ESTRECHO! POR UN MEDITERRÁNEO SOLIDARIO

IMG-20170419-WA0001 (1)MEDIO CENTENAR DE ASOCIACIONES MUESTRAN SU DOLOR ANTE EL GOTEO CONTINUO DE VÍCTIMAS EN EL MAR

 

Un centenar de personas, convocadas por las entidades (Almería Acoge, Cáritas y Secretariado de Migraciones), a las que se unió la Plataforma «Almería Unidos Contra la Pobreza», se dieron cita el pasado 18 de Abril en la Plaza del Educador de Almería, para mostrar su consternación ante las nuevas víctimas que se ha cobrado el Mediterráneo.

 

NOESSO, que forma parte de esta Plataforma contra la Pobreza, quiso estar presenten, una vez más, al lado de quienes no se resignan a dar la callada por respuesta ante las reiterada pérdida de vidas humanas en un Mediterráneo que juega la vez el rol de frontera y fosa para los emigrantes del Sur que intentan llegar a Europa.

Manifiesto:

«NO MÁS MUERTES PARA LLEGAR A EUROPA: POR UN MEDITERRÁNEO SOLIDARIO»IMG-20170419-WA0005 (1)

Para una niña de diez años, la vida tiene gusto a agua salada y gasóleo, la vida tiene gusto a agua del mar mezclada con gasóleo, y la muerte también.

Es la quinta vez este año en que la conciencia, la vergüenza que sentimos o el único recurso que nos queda ante la injusticia y la tragedia repetidas, nos animan a concentrarnos horrorizados ante la muerte en nuestras costas, a reunirnos avergonzados por el resultado criminal de este sistema basado en la injusticia y la sinrazón; por un sistema que condena a muerte periódicamente a quienes intentan salvar su vida, escapar de la guerra, del hambre, de la miseria, de la ausencia de libertad o de futuro; un futuro que año tras año les ha sido robado por quienes no ven en sus países a personas con necesidades y derechos, sino recursos naturales, lugares estratégicos o intereses económicos.

Nuevamente nos concentramos para gritar con el silencio, con el corazón y la palabra que tres personas han muerto injustamente mientras los más ricos, los más poderosos y los más locos de la tierra dedican sus esfuerzos a ver quién tiene la bomba más grande y los escrúpulos más pequeños.

Esta vez han sido una niña con apenas diez años, una mujer (su madre) y un hombre, quienes han visto sus esperanzas anegadas, un hombre, una mujer y una niña que han encontrado la muerte en este mar mediterráneo con gusto a agua salada, a gasóleo y a ese fuerte olor a podredumbre de un mundo insolidario y enfermo que les cierra las puertas, levanta alambradas y mantiene a la mayor parte de su población idiotizada por la manipulación y asustada con miedos irracionales a la diferencia, para camuflar lo que es simple temor a tener que repartir el cada vez más menguado estado de bienestar con que lo adormecen. Mientras la mayoría de la población mundial sufre y tiene que huir de su casa, la mayor parte del resto, del autodenominado primer mundo, permanece callada, contagiada por la insolidaridad, la desidia y la incompetencia de unos dirigentes incapaces de ocuparse de las personas, pero muy capaces de ocuparse del dinero.

Por eso nos concentramos nuevamente para manifestar públicamente de qué lado de la historia queremos estar. Quizá no podamos cambiar muchas cosas. No podremos salvar a esa niña, a su madre ni este último hombre, todos ahogados (y ya son 19 al menos en lo que va de año), no podremos cambiar la historia ni devolverles la vida, pero podremos mirarnos a la cara y decirnos que no apoyamos este sistema inhumano y asesino. Diremos, al menos, con nuestra repulsa, nuestra solidaridad, nuestro pesar y nuestra denuncia, que no apoyamos las leyes inhumanas que justifica este mundo enfermo.

patera

MI HIJO MUERE CADA TARDE EN EL MAR

Mi hijo tiene 18 años, y 26 y 32,
tiene todas las edades en las que hay fuerza, pasión y deseos.

Mi hijo sabe que la felicidad no consiste en tener cosas,
pero sabe que hay cosas imprescindibles.
Por eso no pospone su derecho a vivir, a habitar una casa humana,
a compartir con otros que siempre son sus semejantes su historia, su tristeza y sus sueños.

Mi hijo aprendió a aprender.
Mi hijo estudió, mi hijo trabajó en todos los oficios.
Mi hijo se respeta a sí mismo, respeta a su tierra, ama y es amado.
Mi hijo no nació para morir en el mar, ningún Dios lo castigó,
ninguna maldición lo obliga a ser esclavo.

A mi hijo lo mata cada tarde una forma de entender el mundo,
una manera criminal de gobernar
en la que el ser humano no es lo prioritario,
porque el hombre todavía no cotiza en bolsa,
porque los expoliados y olvidados no llenan los bolsillos
de los mil veces malditos que condenan a muerte a mi hijo
y luego besan con reverencia la moneda donde invocan a un Dios.
Con esa moneda que invoca a Dios
y con otras en que aparecen patrias,
los hombres que matan a mi hijo han comprado todas las perversiones y han cometido todas las ignominias.

Mi hijo es negro, es indio, es blanco, es pobre.
El mundo es suyo, no lo parí en Marte,
no nació con un destino animal porque nació humano.
Mi hijo, cuando muere cada tarde,
seguirá viniendo a esta costa de Europa y del mundo
con su mirada valiente y abierta.

Mi hijo no se rinde,
necesita hacernos comprender que sin él no estamos todos.
Mi hijo, cuando muere, nos deja empequeñecidos,
y él no quiere que su muerte haga desaparecer de la tierra
las palabras más hermosas y los conceptos que nos dignifican.
Mi hijo no puede seguir muriendo
porque con él está muriendo nuestra civilización”.

(Pilar del Rio)