Trabajo por huevos

Los menores del Centro de la Asociación ENGLOBA, en Padules, realizarán un trabajo voluntario en la Comunidad Terapéutica de la Quinta, en Laujar de Andarax.

La riqueza y rentabilidad social del trueque

Para los que tenemos algunos años, no muchos más de 50, especialmente si vivíamos en el campo, aún conocimos de cerca las prácticas del trueque. Sí, he dicho bien, del trueque.

Era un auténtico sistema de economía del clan, donde familiares, parientes y vecinos formábamos parte de una suerte de vida en la que, en lugar de intercambiar y prestar servicios a cambio de dinero, que es a lo que hemos quedado reducidos en esta economía de mercado en la que actualmente estamos enzarzados, lo común era aliarse para disponer de una era común, hacer juntos la trilla de los cereales, o la matanza de los cerdos por navidades,…

Entonces no se fichaba, ni se pasaba partes de horas simplemente había introducida una suerte de rutina solidaria que no sólo hacía más llevadero y divertido el duro trabajo del campo sino que además hacia piña, generaba grupo, nos hacía fuertes,…

Los destrozos del mercado

Aún recuerdo como se vino abajo el sistema, seguramente aprendido y practicado durante muchos siglos el día en que uno de los del grupo introdujo inocentemente su tractor recién comprado como parte de los intercambios.  Evidentemente, aquel artefacto había que pagarlo, y eso suponía que no podía equipararse el trabajo de aquella máquina con la peonada que un vecino hacía para ayudar a otro. Allí empezaron a contabilizarse horas, a pagar por los servicios prestados y, lo que es más importante, con el paso de unos años, la búsqueda del dinero, como pieza fundamental de los intercambios, cambio la suerte de aquel clan, entre otras medidas, con una masiva emigración que ha convertido aquel rincón poblado de los Filabres en un deshabitado desierto.

Trabajo por huevos y entrenamiento

Hace unas semanas que el director de la Asociación ENGLOBA  Rubén Nabajas, que viene ocupándose de acompañar a menores inmigrantes en el municipio de Padules, hacía llegar a NOESSO la propuesta de que los chicos pudieran cooperar en la mejora de las instalaciones de nuestra pequeña granja en Laujar. Se trata de cercar un recinto amplio en nuestra finca para proteger de posibles ataques a las gallinas al tiempo que facilitarle a estos animales que puedan corretear a su gusto por el campo, e incluso poder aumentar  el número de aves.

Pero mucho más allá de las cosas que puedan hacer estos chicos en su tiempo de voluntariado, por importantes que sean, está el que ellos mismos puedan “hacerse”, experimentar lo que es descentrarse y pensar en los otros, entrenarse en diferentes tareas, porque a vivir se aprende viviendo, y esa es la mejor escuela. El escenario de una Comunidad Terapéutica puede ser un buen campo de experimentación y el entrenamiento.

Lo interesante de la propuesta es que, a cambio de esta desinteresada cooperación, evidentemente, no se nos propone un salario sino un intercambio, en este caso trabajo por huevos y por ofrecer un espacio propicio para el aprendizaje.

Ojala, que como ocurría en la historia de mi terruño filabreño, no sólo se traduzca en que las gallinas puedan ser más y más felices campeando a sus anchas, y los menores de Padules disfruten de sus tortillas con huevos camperos, sino que se sientan útiles y reconocidos en su esfuerzo y entre ellos y nosotros se tramen vínculos de familia.

La cooperación altruista es la madre de la felicidad

Pero, más allá de lo que pueda enriquecer este intercambio entre NOESSO y ENGLOBA, en términos de “negocio”, la neurobióloga Marta Ligioiz, nos ha enseñado que en la escala de las actividades humanas responsables del equilibrio y el bienestar personal, la cooperación altruista se sitúa en la cima de todas ellas, como la que genera las mayores cotas de serotonina, que es  el neurotransmisor responsable de que las personas seamos especialmente felices. Visto de este modo, la cooperación será el beneficio mayor a disfrutar por todas las personas implicadas, mientras que el gallinero y los huevos serán  el premio añadido de nuestro intercambio.

Curso de iniciación para personas voluntarias de la Asociación NOESSO

En el Centro de Inserción 8 de Marzo, ubicado en el Bulevar Ciudad de Vícar nº 770 de Vícar (Almería) vamos a celebrar el Curso de Iniciación para personas voluntarias de la Asociación NOESSO.

Se celebrará del 24 de septiembre al 29 de octubre de 2019, en horario de tarde, de 18 a 20 horas. Habrá una presentación donde se tratarán los temas de interés sobre la trayectoria de NOESSO, sobre sus centros, labores, objetivos y retos que plantea.

Después habrá una sesión sobre los perfiles de personas con las que se trabaja. Personas con problemas de adicciones y su evolución. Se tratarán los grupos sociales, la perspectiva de género, la evolución de las edades de inicio de los consumos y adicciones, las temáticas a tratar con jóvenes y trastornos de conducta, temas de inserción laboral y mercado de trabajo.

La inserción laboral se ha convertido en un área central de la actuación de NOESSO, por lo que se explicará el programa INCORPORA, de atención a personas desempleadas en situación o riesgo de exclusión social, el programa REINCORPORA, de itinerarios de inserción para personas privadas de libertad, puntos de formación INCORPORA, de apoyo formativo para mejorar la empleabilidad de personas en situación o riesgo de exclusión, el programa ORIENTA, sobre orientación e información para personas desempleadas para una búsqueda activa y efectiva de empleo y el programa EPES, sobre experiencias profesionales de empleo.

En cuanto al modelo de intervención y tratamiento se explicarán conceptos básicos en adicciones, metodología de intervención en adicciones, se dará a conocer la Comunidad Terapéutica como metodología de intervención, los recursos asistenciales en drogodependencias y la deshabituación en drogodependencias: Circuito asistencial. Red asistencial de NOESSO.

Si estás interesada o interesado en ser voluntario de NOESSO no dudes en hacer tu inscripción llamando al teléfono 950 55 55 35 – extensión 1 o envía un correo electrónico a: info@noesso.org  con el asunto: curso de iniciación de personas voluntarias.

Aquí tienes el programa detallado: PROGRAMA CURSO VOLUNTARIADO NOESSO.

“El voluntariado que hice en NOESSO me marcó para bien a nivel humano, soy una persona más tolerante”, la ingeniera y profesora Carmen Gallego nos cuenta su experiencia

Carmen Gallego es Ingeniera Industrial y Profesora en Ciclos Formativos, pero como nos cuenta, una de las experiencias que más le ha marcado en su vida fue trasladarse en verano a Almería, a hacer un voluntariado en NOESSO con una amiga suya. Eran sus tiempos de estudiante y descubrió el estigma y el tabú que había sobre las drogas y descubrió que “a cualquiera le podía pasar”. Descubrió que detrás de un caso de adicciones había una persona, le perdió el miedo y se dio cuenta que era una problemática que incluso le podría suceder a ella en Pontevedra. En su experiencia de voluntaria estuvo acompañando a jóvenes con problemas de adicciones en pisos de reinserción. Carmen siempre ha estado vinculada a la educación desde estos voluntariados, que realiza hace más de 25 años con  jóvenes, y distintos grupos en exclusión.  De hecho, Carmen sigue estudiando pedagogía para tener más recursos en el aula con las alumnas y alumnos. Hizo una visita a NOESSO solo para dar las gracias porque la experiencia de voluntariado que había vivido “le había cambiado la vida”.

¿Hace cuanto tiempo fuiste voluntaria en Noesso?

Hace unos 25 años, pero esa experiencia me marco y todavía me acuerdo muchísimo y me siento parte del proyecto.

¿Cómo fue esa experiencia de voluntariado para volver tras tanto tiempo y desde la otra punta del país?

Yo soy de Pontevedra, era exalumna del Colegio de las Doroteas. A varias amigas nos propusieron en el colegio hacer un campo de trabajo con personas con adicciones. Nos fuimos allí a Almería, una amiga y yo, unos 15 días. Allí nos fuimos turnando las funciones y en los espacios en los que trabajábamos. A veces estábamos en Roquetas de Mar en los pisos de  reinserción en el paso previo a que salieran a la calle a buscar trabajo y a veces íbamos al Cortijo de Laujar.

¿Cómo era el día a día acompañando a personas?

Me acuerdo más de la gente de los pisos, estábamos con ellos en todo momento. Si había que recoger la oliva, estar en el piso, hacer un plan de ocio como ir a la piscina. Nosotras veíamos su realidad y ellos tenían que ver una realidad de gente joven, gente feliz, que eran felices sin drogarse.  Veían que había gente que iba en vacaciones a estar con ellos y eso les sorprendía mucho. Descubrí muchos tabús con el tema de las drogas. Le perdí los miedos y me sensibilicé para toda la vida. Desde entonces miras a la sociedad de otra manera y descubres que también te podría pasar a ti.

¿Qué aprendiste sobre el tema de las adicciones?

Me aportaron que el tema de las drogas le puede pasar a cualquiera. Que detrás siempre hay una persona, y que mañana me pasa a mí. Esa persona, con esos problemas, te enseña a valorar lo que tienes. Valoras más las cosas y  la vida en general. Para mí, esta experiencia  me ha cambiado la vida. Cuando conoces los casos se cae el estigma. Se cae el miedo a lo desconocido. La realidad de Almería no tenía nada que ver. En aquel entonces había gente joven que tenía mucho dinero y venía de familias de mucho dinero que le habían dado todo, si se rompía el coche, tenía otro en la puerta, pero los padres no estaban, estaban trabajando.  Había muchos chavales que estaban solos, porque los padres trabajaban mucho. Las familias les habían dado la espalda, por diferentes motivos como robarles o montarles escenas en la calle.

¿Qué pasó tras el voluntariado en Almería?

Siempre he estado dedicada a los demás, ahora soy profesora, así que después seguí vinculada a estas cosas, y acompañaba a personas toxicómanas en Pontevedra, me paseaba con ellos por la ciudad y la gente se quedaba sorprendida. Yo no tenía miedos. También estuve en Sevilla con tema de acompañamiento en prostitución, acompañaba a mujeres con problemas. La diferencia con NOESSO era que allí convivías con ello. Entonces se volvía todo más intenso. Estabas allí todo el día. En la comida se hablaba con ellos, en la piscina te ibas con ellos.

¿Cómo te marcó esta experiencia?

Me marcó muchísimo, nos marcó tanto a mí como a mi amiga, porque ella dice lo mismo.  Nos marcó a nivel humano. Fue una experiencia de las que te marcan para bien en la vida. Te hacen más tolerante, ya que ves que detrás de cada persona hay alguien como tú. Se lo dije a mi amiga, y dijo que si ella hubiera estado cerca hubiera pasado a saludar y a agradecer la experiencia también. Da igual que pasen 20 años, siento que soy parte del proyecto. Lo llevaban de una manera muy intensa. Además, te obligan a llevarlo íntegramente, los educadores también se implicaban mucho. Dejas algo de tu corazón allí.  El único objetivo de pasarme por allí era reconocer el trabajo que hacen.

¿Recomendarías a la gente joven hacer un voluntariado?

Sí, se lo recomendaría a la gente joven. Cuando te tocan el corazón, te tocan humanamente  te cambia la vida, tanto de los voluntarios como de las personas que tienen adicciones.

¿Quieres destacar alguna anécdota?

Recuerdo las preguntas que nos hacían y las cosas que nos contaban: ¿Qué hacéis aquí? ¿Te han castigado tus padres?, ¿sabes que todo se puede fumar? Ellos no entendían que estar con allí acompañándoles en la Sierra de Almería no fuera un castigo y que lo hiciéramos voluntariamente.  Eran personas rechazados por sus familias y nosotras queríamos compartir su tiempo. Nosotras éramos el testimonio de una vida joven y completa sin drogas.  pero no podías mantener relación ni dar el teléfono, porque estaban en el programa.

La verdad, que no me sorprendió y me sentí feliz cuando descubrí que NOESSO había crecido y tenía un montón de programas.

Muchas gracias Carmen.

TERMINA EL CAMPO DE TRABAJO 2018 EN LA COMUNIDAD TERAPÉUTICA “LA QUINTA”

La semana pasada se celebró la clausura del Campo de Trabajo de este año 2018 en nuestra Comunidad Terapéutica «La Quinta», donde un grupo de 6 jóvenes junto a dos monitores (Ángela y Pablo) han estado durante 10 días colaborando en las tareas ocupacionales y en actividades propias de la vida de la comunidad.

 

Concluimos el proyecto con una gran barbacoa donde pudimos hacer un análisis de la experiencia vivida y dónde han aflorado muchas emociones en el grupo. Una vez más queremos agradecer a la Religiosas de la Asunción de Dalias por colaborar con Noesso y en particular a Laura, Ángela, Pablo, Jorge, Ricardo, Ignacio, Alfredo y Adrián por depositar aire fresco a la dinámica diaria de la Comunidad.

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SOLIDARIDAD Y VOLUNTARIADO EN EL IES EL PARADOR

El IES El Parador celebró el pasado martes 13 de Febrero su V Encuentro de Asociaciones y Voluntariado, una jornada dedicada a difundir la labor de distintas ONGs y Asociaciones de la provincia.

En esta edición se contó con la colaboración de más de una quincena de asociaciones de distintos ámbitos: ANDA, A Toda Vela, Asalsido, Verdi Blanca, Amnistía Internacional, Posidonia, Ecologistas en Acción, Cáritas, Asociación Noesso, Proyecto Hombre, Amigos del Alzheimer, Cruz Roja, Asociación de Amigos del Sáhara de Almería, El Teléfono de la Esperanza, Amigos de la Alcazaba y AECC.

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La participación de NOESSO estuvo orientada a la prevención de las adicciones. Esther Moreno fue la responsable de las 2 sesiones informativas y de sensibilización realizadas con chicos y chicas de entre 12 y 18 años. Por otra parte, varias personas voluntarias de la entidad atendieron a las preguntas y curiosidades del alumnado a lo largo de la jornada de puertas abiertas. En la actividad se involucró a la totalidad de profesores y alumnos del IES Aguadulce, y más concretamente en las actividades protagonizadas por esta entidad participaron más de 130 personas. La intervención de NOESSO se enmarca dentro del Programa de Prevención de las Adicciones que ejecuta nuestra entidad, financiando por la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales dentro de la Convocatoria del IRPF de 2017 .

Además de las mesas informativas en el gimnasio que visitó todo el alumnado durante la mañana, desde los 12 a los 18 años, las distintas asociaciones ofrecieron charlas informativas en todos los niveles acercando el voluntariado y las distintas realidades sociales a los jóvenes.

“Es un día muy especial para nosotros, nuestro alumnado conoce situaciones injustas y cómo ellos pueden ayudar a cambiarlas o, simplemente, conocen grupos de personas con inquietudes parecidas a las suyas. Cada año vamos creciendo en cuanto al número de asociaciones que nos acompañan y estamos muy agradecidos por su colaboración”, explica la Coordinadora del Plan de Paz, Clara Martínez.