La noticia del fallecimiento de Cecilia de la Fuente, por más que era una muerte anunciada, deja a NOESSO sumido en orfandad, mientras se multiplican los mensajes de solidaridad de montones de amigos y amigas que lamentan su pérdida.
El jueves 11 de agosto falleció Cecilia de la Fuente García, una mujer burgalesa excepcional que ha pasado media vida en Almería, donde participó activamente en la vida social y eclesial de esta tierra, implicándose en la defensa de las personas más vulnerables.
Destaca su participación en la Asociación NOESSO, de la que formó parte de aquel primer grupo de personas que pusieron en marcha la entidad, en la que ha desempeñado diferentes cargos, y de la que fue su presidenta (2002-2012).
Destacar de ella su capacidad para generar un buen clima donde estaba, incompatible por naturaleza con cualquier mal rollo, defensora incansable de la alegría, solo perdía el sueño si veía sufrir algún amigo/a. Querida por todos, no se le conocen enemigos.
Tuvo siempre disponible su granito de arena que aportar en todos los trabajos de equipo de los que formó parte; mujer partidaria, nunca neutral, siempre tuvo debilidad por los de más abajo. Ante la duda siempre a favor de la parte más débil.
Al tiempo que lloramos por su pérdida nos alegramos por la enorme suerte de haber disfrutado con ella de su especial sensibilidad, su bondad sin límites y del cariño con el que sabía estar a nuestro lado. Ha vivido una vida plena. Hemos sido testigos privilegiados.
De uno de sus poetas preferidos, Mario Benedetti, rescatamos uno de sus poemas para ponerle nombre a su despedida. Ceci, descansa en paz.
A Cecilia de la Fuente (Con perdón de Benedetti)
Llegaste temprano al buen humor
al amor cantado
al amor decantado
llegaste temprano
al ron fraterno
a las revoluciones
cada vez que te arrancaban del mundo
no había calabozo que te viniera bien
asomabas el alma por entre los barrotes
y no bien los barrotes se aflojaban turbados
aprovechabas para librar el cuerpo
usabas la metáfora ganzúa
para abrir los cerrojos y los odios
con la urgencia inconsolable de quien quiere
regresar al asombro de los libres
le tenías ojeriza a la pureza
porque sabías cómo somos de impuros
cómo mezclamos sueños y vigilia
cómo nos pesan la razón y el riesgo
por suerte eras impura
evadida de cárceles y cepos
no de responsabilidades y otros goces
impura como una poeta
que eso eras
además de tantas otras cosas
(…)
pero todo vuelve a adquirir su sentido
si recuerdo tus ojos de mujer
que eran casi un abrazo casi un dogma
el hecho es que llegaste
temprano al buen humor
al amor cantando
al amor decantado
al ron fraterno
a las revoluciones
pero sobre todo llegaste temprano
demasiado temprano
a una muerte que no era la tuya
y que a esta altura no sabrá qué hacer
con tanta vida.