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LA POLÍTICA DE DROGAS HA FRACASADO Y LA ALTERNATIVA ES CLARA: APOYA, NO CASTIGUES.

Con motivo del 26 de junio, Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, desde la Federación ENLACE, de la cual NOESSO forma parte un año más nos unimos a la campaña mundial Support, Don’t Punish («Apoya. No castigues»), con el fin de promover unas políticas de drogas que prioricen la salud pública y los derechos humanos frente a la mera prohibición.

ANTE EL FRACASO DE LAS POLÍTICAS CRIMINALES…

El uso de sustancias con propiedad psicoactivas está ligado a la historia de la humanidad, ha existido siempre y siempre existirá. Las actuales políticas de drogas, surgidas en el siglo XX y consolidadas a través de tratados internacionales, se limitan a establecer prohibiciones a la venta y uso de estas sustancias. Esta «guerra contra las drogas», ha tenido desastrosas consecuencias:

1. Criminalización de las personas drogodependientes. La mayoría de los fondos públicos se destinan a perseguir a las personas que se encuentran en los eslabones más bajos de la cadena del mercado de las drogas, en detrimento del desarrollo de programas de prevención, tratamiento y reducción de daños. Las personas drogodependientes, en muchos casos, acaban en prisiones donde no existen las misma posibilidades terapéuticas que en libertad. Se calcula que en Andalucía hay más de 10.000 personas en prisión por problemas relacionados con las drogas (unos 9.100 hombres y 900 mujeres), la mayoría cumpliendo condenas por delitos de baja o media gravedad.

2. Represión administrativa mediante multas a las personas usuarias de drogas. Pese a que el consumo de drogas no está prohibido en nuestro país, al tratarse de una conducta libre que no daña a terceros, la Ley de Seguridad Ciudadana, recientemente reformada en 2015 y justamente bautizada como Ley Mordaza, impone duras sanciones económicas a las personas usuarias de drogas.

3. Daños a la salud de las personas consumidoras y de la sociedad en general. Al estar perseguida la venta, las condiciones en las que las personas se ven obligadas a consumir son también clandestinas, la mayoría de las veces sin medios higiénicos y sin conocer la composición/adulteración de las sustancias, lo que ha supuesto muchas muertes y el contagio masivo de enfermedades infecciosas (VIH, hepatitis, tuberculosis…). Por otro lado, la falta de regulación también impide que muchas sustancias se usen con fines terapéuticos, pese a sus reconocidas propiedades.

4. Profundización de la brecha de género. Está comprobado que las mujeres tienen más dificultades en acceder a los recursos y visibilizar su adicción, por la doble estigmatización que sufre, como adicta y como mujer que no cumple el rol atribuido por la sociedad patriarcal. Al mismo tiempo, las mujeres que consumen drogas sufren con más frecuencia violencia de género.

5. Desarrollo de estructuras de corrupción que dificultan el buen funcionamiento de las instituciones democráticas. La existencia de un mercado ilegal, que provee de ingentes beneficios a poderosas organizaciones criminales, socava el papel de las instituciones democráticas en todo el mundo.

6. Empobrecimiento de las poblaciones más vulnerables y daños al medio ambiente. Las poblaciones campesinas de los países productores de drogas se ven forzadas a cultivar coca, amapola o marihuana bajo la extorsión de los narcotraficantes. Cuando los gobiernos intentan combatir estos cultivos mediante fumigaciones masivas, las áreas acaban deforestadas. En nuestro país, los barrios más empobrecidos también ven limitadas sus posibilidades de desarrollo.

… HAY ALTERNATIVAS.

Desde NOESSO y ENLACE planteamos:

1. Regulación y control de los mercados, empezando por el cannabis.
2. Prevención del uso abusivo, dotando a la población de herramientas para un consumo responsable.
3. Políticas centradas en el fomento de la salud y en la igualdad de género.
4. Mayores recursos destinados al tratamiento y la reducción de daños.
5. Fomento de la justicia restaurativa y abandono del uso masivo de la cárcel como herramienta de control social.
6. Disminución de los inaceptables niveles de desigualdad económica, mediante políticas redistributivas globales y estatales.

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LAS ADICCIONES NO SON «COSA DE HOMBRES»

La Asociación NOESSO presenta un Proyecto de creación de plazas de Emergencia Social para el tratamiento terapéutico de mujeres con problemas de adicciones en Comunidad Terapéutica.  

La Asociación NOESSO visita al Diputado delegado del Área de Bienestar Social, Igualdad y Familia, de la Diputación Provincial, D. Ángel Escobar. Al acto asistió por parte de la Diputación, además del diputado, la Coordinadora General de Bienestar Social, Dª Mª de los Ríos, y por parte de la Asociación, su presidenta, Mª Luisa Martín, el Cslider-cuadrado-2oordinador Terapéutico de la C. Terapéutica, José Luís Valverde, y el Director de la entidad, Juan S. Miranda.

Las mujeres con problemas de adicciones están invisibilizadas  y son más penalizadas, familiar y socialmente, que los hombres.

En la entrevista la asociación NOESSO presentó un proyecto de tratamiento de mujeres en situación de emergencia social, con problemas de adicciones. Se pretende así para hacer frente a dos factores que está castigando doblemente a las mujeres con problemas de adicciones: la invisibilidad, acompañada, muchas veces de violencia, y la falta de acceso a la red de recursos, públicos y privados, para afrontar su adicción.

 El perfil de las adicciones ha cambiado, pero la red está pensada para atender a hombres.

La historia viene de muy atrás. Es a mediados de los años 80 cuando se ponen en marcha los dispositivos que hoy conforman la red asistencial de atención a las drogodependencias. En aquellos momentos centenares de jóvenes, hombres la inmensa mayoría, padecieran una adicción a la heroína, entonces, que les llevaba a perder la salud, la libertad, el trabajo, la familia, y, para muchos, la vida.

Con el paso del tiempo, la llegada del VIH y muchas otras razones, hicieron que la heroína fuera perdiendo protagonismo, ante la aparición de a otra droga, aparentemente más inofensiva, y ligada, no a la pobreza y la exclusión, sino al éxito y las clases medias/altas.

El paso de los años ha dejado algo más que  evidencias de las consecuencias que la cocaína, mezclada con alcohol y otras muchas sustancias tóxicas. Hoy, cuando se han ido ganando batallas a la muerte por VIH, los perfiles de policonsumidores, y con patología dual son el público que llena nuestras comunidades terapéuticas.

Por último, es preciso señalar, que además de la evolución de los patrones de consumo, también ha ido cambiando el perfil de los consumidores. Si inicialmente caían sobre todo jóvenes, sin cultura, y con frecuencia ligados a ambientes marginales y,  en la inmensa mayoría de los casos, hombres, en estos momentos el perfil de las víctimas es bien diferente.

La salud, y el tratamiento para afrontar ésta y todas las patologías, no puede tener, ni depender, del género.

Lo verdaderamente llamativo de este momento es que, cuando la prevalencia en los consumos de hombres y mujeres ha alcanzado casi la equiparación en número de personas afectadas, de cada 100 personas que llegan a los dispositivos de tratamiento, solo 10 son mujeres, y el resto hombres.

Nuestra hipótesis, apoyada en la experiencia de 26 años de abordaje de esta problemática es que las mujeres con adicciones están invisibilizadas, son mucho más penalizadas familiar y socialmente que los hombres y de ahí que padezcan su adicción en solitario, siendo víctimas de su dependencia , y, en muchos casos, de la violencia de su entorno. Sea o no acertada nuestra hipótesis, lo que es incuestionable es que hay miles de mujeres en la sombra, invisibles, atravesando patologías gravísimas sin recibir tratamiento alguno.

Es preciso facilitar la incorporación de la mujer a los tratamientos, en pie de igualdad a los hombres.

DSC_3279-2En NOESSO hace varios años que nos dimos cuenta de la gravedad de la discriminación existente para con las mujeres que padecen alguna adicción. Esta realidad nos llevó a tomar varias decisiones estratégicas, que cambiaron en gran medida el rumbo de nuestro modelo de intervención. Varias son las líneas de trabajo emprendidas:

1.Iniciar una línea de formación y de investigación que nos llevase a descubrir la realidad de las mujeres con adicciones.

2.Ponernos a trabajar en el diseño de un Plan de Igualdad de Género, que afrontara la presencia de la violencia machista en los entornos de las personas consumidoras.

3.Convertir todos los centros exclusivos, para hombres, en centros para el tratamiento de las adicciones mixtos.

4.Incorporar, de manera transversal, el abordaje de la perspectiva de género en los tratamientos, para afrontar la presencia de la desigualdad, y la violencia a ella asociada, en los tratamientos terapéuticos.

5.Asumir el compromiso ético de predicar con el ejemplo, procurando formar equipos multidisciplinares paritarios, así como tender a esa paridad en los cargos de responsabilidad y en la propios órganos directivos.

6.Adoptar medidas de conciliación de la vida laboral y familiar de los profesionales que trabajan en NOESSO.

Es el momento de ajustar (hacer justos) los dispositivos de nuestras redes para que sean accesibles a todos/as.

La Asociación NOESSO le presentó a la Diputación, como entidad que coordina el Centro Provincial de Drogodependencias, una doble propuesta, que contiene, un objetivo doble:

  1. Promover la visibilidad y la toma de conciencia de estas mujeres, para que pidan ayuda.
  2. Disponer de dos plazas en Comunidad Terapéutica, de emergencia social para el tratamiento de las adicciones de mujeres en situación de exclusión social, en tanto se les concede una plaza pública.

Evidentemente, para llevar a cabo la actuación solicitamos la creación de dos plazas de emergencia social para mujeres con problemas de adicciones en situación o riesgo de exclusión social. NOESSO, por su parte, se compromete a financiar 1/3 del coste de estas plazas.

 

EL PARLAMENTO ANDALUZ APRUEBA LA NUEVA LEY DE SERVICIOS SOCIALES

NOESSO, como todo el Tercer Sector, valora como un gran avance la aprobación de la nueva Ley de Servicios Sociales.

La implicación del Tercer Sector, ha logrado que se disipen los miedos de esta norma, cuyo articulado no permitirá que la atención a las personas se conviertan en un negocio, de hecho, establecerá que, en igualdad de condiciones, las administraciones públicas priorizarán la colaboración con entidades de iniciativa social como fundaciones, asociaciones, organizaciones de voluntariado y entidades sin ánimo de lucro, entre otras.

La aprobación del texto en el Parlamente andaluz,  el pasado 14 de Diciembre, de la nueva Ley de Servicios Sociales de Andalucía, será en adelante la norma que reconoce una amplia relación de derechos y que sustituye a la de 1988.

Hay que destacar, en este caso, el amplio consenso con el que ha contado, ya que ha sido aprobada con el respaldo de los grupos parlamentarios del PSOE-A, PP-A, Podemos y Ciudadanos y el único voto en contra de IULV-CA, blindará, con rango de ley, las coberturas básicas en esta materia, universalizará los servicios sociales y garantizará también la titularidad y la gestión pública de los servicios sociales comunitarios.

Entre las aportaciones del Tercer Sector, que finalmente recoge el texto aprobado, está el que las prestaciones y servicios se garanticen como derecho subjetivo, de provisión obligatoria por la Administración y que no estén sujetas a la disponibilidad presupuestaria, a la situación económica o al cumplimiento del déficit. Por otra parte, recoge una de las reivindicaciones del mundo asociativo, que no se permita que el mercado, puro y duro, comercie con los servicios a las personas, y se reconozca el papel que las entidades no lucrativas vienen realizando históricamente, para prestar, de manera complementaria con las administraciones, buena parte de estos servicios.

El régimen del concierto social se establece como una modalidad diferenciada del concierto regulado por la normativa de contratación del sector público.

Destacamos la relevancia de que la nueva norma incluya la incorporación de la figura del concierto social, el conjunto de Prestaciones de Servicios Sociales de Andalucía, el Mapa de Servicios Sociales, la Formulación del Plan Estratégico de Servicios Sociales o el Decreto de Autorización y Registro de Entidades, Centros y Servicios, entre otras.

Respecto al catálogo de prestaciones garantizadas destacan los servicios de información, valoración, orientación y asesoramiento; la teleasistencia; la atención en urgencia social; los servicios específicos de protección de menores en situaciones de riesgo o desamparo; las prestaciones económicas específicas y directas contra la exclusión y para la erradicación de la marginación y la desigualdad; la protección jurídica y social de personas con capacidad limitada, y las prestaciones ligadas a las situaciones de dependencia. Todos ellos podrán exigirse ante los tribunales de justicia. Además, la ley prevé otras prestaciones condicionadas a la disponibilidad de recursos.

Esperamos que la ley abra paso a una nueva etapa en la que la administración garantice la prestación de los derechos que recoge y lo haga, como no podría ser de otro modo, atendiendo de manera especial e integral, a las personas más vulnerables.

DECLARACIÓN FINAL DE LA XIII ASAMBLEA EAPN-ES

La Asamblea General de EAPN España reunida en Asturias el pasado 18 de Noviembre, manifiesta que hoy España es un Estado más desigual, con más pobreza y exclusión social que al inicio de la crisis. Un Estado en el que más de 13 millones de personas viven en riesgo de pobreza y exclusión social, 3.543.453 viven en situación de pobreza severa y 693.600 hogares no tienen ingresos.

El paro ha descendido, pero aún se mantienen tasas de desempleo mucho más altas que las medias europeas: un 19,8%, lo que nos sitúa como el segundo país con más desempleo de la UE; un paro juvenil del 43,9%, el doble que la media europea; y un paro de larga duración del 11,4%, el doble también que la media europea. Existen trabajadores y trabajadoras pobres que aun trabajando siguen en la pobreza.

Un año más, la red EAPN manifiesta que el modelo socioeconómico es excluyente, genera pobreza y sufrimiento a las personas y nos convierte en una sociedad cada más injusta y desigual.

Se constata que el empleo, siendo importante, no es ya el único medio para garantizar la inclusión social y la redistribución de la riqueza; además pensamos que no hay empleo para todas las personas. Es urgente impulsar también políticas sociales, de garantía de ingresos y de inclusión social.

Desde EAPN España hacemos un llamamiento a las administraciones; para que nadie viva en situación de pobreza y exclusión, y también, para ser una sociedad más decente. Una sociedad basada en la justicia social, la solidaridad y la convivencia que avance sin dejar a nadie en la cuneta.

Queremos implicar al conjunto de la sociedad en la construcción de una sociedad justa y solidaria, donde todas las personas puedan ejercer sus derechos, especialmente las que se encuentran en situación de vulnerabilidad, pobreza y exclusión.

Por todo ello, exigimos un Pacto de Estado contra la Pobreza, la Exclusión Social y la Desigualdad, que implique a los gobiernos europeo, nacional, autonómicos y locales, a los partidos políticos, a los agentes sociales y al Tercer Sector de Acción Social.