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Petición de la Federación Enlace al Parlamento Andaluz para que no se reduzca el presupuesto social

La Federación Enlace, en la que está integrada la Asociación NOESSO, recuerda que en tan sólo 5 años (entre 2009 y 2014), la partida de “Entidades Colaboradoras” ha bajado un 69%. Estas asociaciones están viviendo situaciones extremas de asfixia, en momentos en los que la demanda de atención se está viendo incrementada hasta límites muy preocupantes. A sus puertas llegan muchas personas que no acuden a la red pública de atención ni a los servicios sociales. ¿Qué pasará cuando el cierre de asociaciones se generalice en toda Andalucía?, ¿Quién va a realizar ese trabajo de acompañamiento, de inserción y de empoderamiento?



Para ello, ha lanzado una petición a través de la plataforma Change a los Presidentes y Portavoces de los Grupos Parlamentarios en busca de alternativas. Desde ENLACE, se pide participación a través de la firma de su propuesta para que así, todas las entidades que trabajan en el ámbito de la drogodependencia y otras adicciones, puedan seguir atendiendo a las personas que están en prisión y a sus familiares, a personas sin recursos que tienen un consumo problemático de drogas, a personas con VIH-Sida y a las personas sin hogar.



Para firmar la petición, puede seguir el siguiente enlace:



https://www.change.org/es/peticiones/seguir-apoyando-el-trabajo-de-las-asociaciones-con-la-poblaci%C3%B3n-drogodependiente-m%C3%A1s-excluida-frenando-la-fuerte-bajada-presupuestaria



o hacerlo a través de los enlaces en nuestro perfil de Facebook:



https://www.facebook.com/asociacionnoesso

ACTO CENTRAL CONCENTRACIÓN-CADENA HUMANA

MANIFIESTO:

LAS  ENTIDADES  DE  DROGODEPENDENCIAS,  ADICCIONES  Y  EXCLUSIÓN  SOCIAL  MANIFESTAMOS  LO SIGUIENTE:

La mala gestión de las políticas en el actual contexto de crisis nos está llevando a un general retroceso del Estado del  Bienestar y a un verdadero vaciado de Derechos Fundamentales que a todos y todas nos parecían incuestionables. En España los últimos datos nos indican que la brecha entre ricos y pobres está aumentando a pasos agigantados, incrementándose cada día las cifras de personas en situación de pobreza.

La respuesta que se está dando desde lo público, en general, no deja de ser incoherente pues, precisamente en momentos como éste, es cuando más necesario se hace el despliegue del Estado del Bienestar, que en base al principio de  solidaridad, procura garantizar que todas las personas tengan las mismas oportunidades y puedan acceder a los mismos  servicios básicos. Lejos de esto, las inversiones públicas se apartan de los sectores más excluidos, que cada día aumentan, retirándoles la protección, y por el contrario, vuelven a centrarse en los poderes económicos, que precisamente son los causantes de la catastrófica situación en la que hoy en día nos encontramos.

El  Estado  está  recortando  en  Justicia  Social  y  en  Derechos  Humanos,  viéndose  afectada  la  propia Democracia. Conocemos a diario cierres de recursos públicos; recortes en servicios sociales, educativos, sanitarios; reformas, como la laboral, que perjudican y empobrecen a la clase trabajadora o la anunciada respecto al derecho de reunión o manifestación. Paralelamente, se anuncia la reforma del Código Penal, que vuelve a ensañarse con las clases más desfavorecidas, frente a la patente permisividad de la delincuencia de cuello blanco que puede llegar a provocar situaciones sociales catastróficas.
 

En momentos como los actuales,  las personas acuden a menudo a refugiarse en las drogas o en otro tipo de adicciones, llegándose a situaciones de desesperación extremas que pueden conducir a intentos de suicidio (cuyo índice ha aumentado).  Pese a ello, los Gobiernos han hecho efectivos o prevén recortes de tal calado que están poniendo en  grave peligro la permanencia de la red de recursos destinada a mejorar la situación de estas personas a través de un tratamiento específico de su problema. Ello revierte en un empeoramiento de su salud que, a la postre, provoca un mayor coste al sistema sanitario.

La tendencia es a reducir servicios sociales desde lo público y, en los pocos que se financien, utilizar sistemas en los que primen exclusivamente criterios económicos, dejando en manos de empresas lucrativas la situación de las personas más desfavorecidas o, incluso, a merced de la caridad y del voluntariado no profesionalizado.

Nos oponemos a que estas políticas continúen y se extiendan, pues provocan una mayor exclusión social en nuestras  ciudades y pueblos. En materia de drogodependencias, se corre el riesgo de perder la amplia red de recursos   desarrollada,   que   ha   permitido   el   abordaje   de   la   problemática   socio-sanitaria   de   la   persona drogodependiente  desde su entorno, concibiéndola como sujeto de derechos, merecedor del máximo respeto y como objeto de las intervenciones sociales ajustadas a su situación. Supondría un retroceso sin parangón que todo este  trabajo quede ahora  limitado a  la  dispensación de medicamentos y  el  encarcelamiento de los  pequeños eslabones de las redes mafiosas.

Pedimos un cambio radical en las políticas socioeconómicas centradas en los recortes que están siguiendo nuestros  gobiernos y se sustituya por una política dirigida a mantener la red de servicios sociales, educativos, sanitarios y de  atención a las drogodependencias, a paliar las desigualdades sociales y a realizar inversiones que propicien el empleo y la actividad económica.

Defendemos las políticas basadas en la JUSTICIA SOCIAL.

NO MÁS POBREZA   AL APOYO DE LAS CLASES DESFAVORECIDAS
NO MÁS RECORTES   A LA ATENCIÓN INTEGRAL DE LAS DROGODEPENDENCIAS
NO AL CIERRE DE RECURSOS Y SERVICIOS SOCIALES   A LA INCLUSIÓN SOCIAL
NO A LA CONDENA DE NUESTRA JUVENTUD   A LA RACIONALIZACIÓN DEL GASTO DE LA CLASE POLÍTICA
NO A LAS POLÍTICAS EXCLUYENTES  

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www.f-enlace.org