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Año 2013: estabilidad en el uso de drogas tradicionales y un crecimiento alarmante de nuevas sustancias psicoactivas

El Director Ejecutivo de UNODC, Yury Fedotov, declaró: «Nos hemos puesto de acuerdo en un camino para nuestra discusión en curso. Espero que conduzca a una confirmación de la importancia de las convenciones internacionales de fiscalización de drogas, así como un reconocimiento de que las convenciones son humanitarias, con un enfoque centrado en los derechos humanos y flexibles. También debe existir un firme énfasis en la salud y debemos apoyar y promover medios de vida alternativos sostenibles. Asimismo, es esencial que reconozcamos el importante papel que desempeñan los sistemas de justicia penal en la lucha contra el problema mundial de las drogas y la necesidad de mejorar el trabajo en materia de precursores químicos».


Problemas emergentes con las drogas

Comercializadas como «drogas legales» y «drogas de diseño», las NSP están proliferando a un ritmo sin precedentes y presentan desafíos imprevistos en el área de la salud pública. El Sr. Fedotov instó a una acción conjunta para prevenir la fabricación, el tráfico y el abuso de estas sustancias.

El número de NSP notificadas por los Estados Miembros a la UNODC aumentó de 166 a finales de 2009 a 251 a mediados de 2012, lo que supone un incremento de más del 50%. Por primera vez, el número de NSP superó al total de sustancias sujetas a fiscalización internacional (234). Dado que las nuevas sustancias nocivas han ido surgiendo con una regularidad constante en el mundo de las drogas, el sistema de fiscalización internacional de drogas enfrenta ahora un desafío debido a la rapidez y la creatividad del fenómeno de las NSP.

Se trata de un alarmante problema de drogas – aunque éstas sean lícitas. Comercializadas abiertamente, incluso a través de internet, las NSP, cuya seguridad no ha sido probada, pueden ser mucho más peligrosas que las drogas tradicionales. Los nombres por los que son conocidas en las calles, como «especias» («spice»), «miau-miau» y «sales de baño» inducen a error a los jóvenes que creen que se trata de diversión de bajo riesgo. Considerando el alcance casi infinito de las alteraciones de la estructura química de las NSP, las nuevas formulaciones están superando los esfuerzos internacionales para su control. Mientras la aplicación de la ley se rezaga, los delincuentes no han tardado en aprovechar este lucrativo mercado. Los efectos adversos y el potencial adictivo de la mayoría de estas sustancias no controladas son, en el mejor de los casos, poco conocidos.

En respuesta a la proliferación de NSP, la UNODC ha puesto en marcha un sistema de alerta temprana que permitirá a la comunidad mundial vigilar la aparición de NSP y tomar las acciones apropiadas.


El panorama mundial

Mientras que el uso de las drogas tradicionales, como la heroína y la cocaína, parece estar disminuyendo en algunas partes del mundo, el abuso de medicamentos recetados y de nuevas sustancias psicoactivas es cada vez mayor. En Europa, el consumo de heroína parece estar disminuyendo. Mientras tanto, el mercado de la cocaína parece estar expandiéndose en América del Sur y en las economías emergentes de Asia. El uso de opiáceos (heroína y opio), por su parte, se mantiene estable (alrededor de 16 millones de personas, es decir, el 0,4% de la población de 15-64 años de edad), a pesar de la alta prevalencia del consumo de opiáceos informada en el Suroeste y Centro de Asia, Europa Oriental y Sudoriental y América del Norte.

África se está convirtiendo en un destino para el tráfico, así como para la producción de sustancias ilícitas, aunque los datos disponibles sean escasos. El Sr. Fedotov pidió apoyo internacional para vigilar la situación y para prevenir que el continente se vuelva cada vez más vulnerable al tráfico de drogas y al crimen organizado. También existe la necesidad de ayudar al gran número de usuarios de drogas que son víctimas del efecto colateral del tráfico de drogas a través del continente.

Nuevos datos revelan que la prevalencia de personas que se inyectan drogas y viven con VIH en 2011 fue menor que lo estimado previamente: 14 millones de personas entre 15 y 64 años usan drogas inyectables, mientras que 1,6 millones de personas que se inyectan drogas viven también con VIH. Las estimaciones revisadas son 12% más bajas para el número de personas que se inyectan drogas y 46% menor para el número de personas que se inyectan drogas y viven con VIH. Estos cambios son el resultado de las estimaciones revisadas de los países con datos actualizados, ya que los cálculos anteriores databan de 2008.

En términos de producción, Afganistán mantuvo su posición de mayor productor y cultivador de opio a nivel mundial (el 75% de la producción ilícita mundial de opio en el año 2012). La superficie mundial dedicada al cultivo de la adormidera ascendió a 236.320 ha, un 14% más que en el año 2011. No obstante, debido a una pobre cosecha a causa de una enfermedad de las plantas que afecta a la adormidera en Afganistán, la producción mundial de opio se redujo a 4.905 toneladas en 2012, 30% menos que el año anterior y 40% menos que en el año 2007, cuando estuvo en su punto máximo.

Las estimaciones de la cantidad de cocaína fabricada oscilaron de 776 a 1.051 toneladas en 2011, cifra igual en gran medida a la del año anterior. Las mayores incautaciones de cocaína del mundo (sin ajustar la pureza) se siguen notificando en Colombia (200 toneladas) y los Estados Unidos (94 toneladas). El consumo de cocaína sigue disminuyendo en los EE.UU., el mayor mercado de cocaína del mundo. Por el contrario, un aumento significativo de las incautaciones se ha observado en Asia, Oceanía, América Central y del Sur y el Caribe en 2011.

El consumo de estimulantes de tipo anfetamínico, con exclusión del «éxtasis», sigue estando muy extendido en todo el mundo, y parece ir en aumento en la mayoría de las regiones. En 2011, se estimó que el 0,7% de la población mundial de 15 a 64 años de edad, es decir, 33,8 millones de personas, habían consumido esas sustancias el año precedente.

La prevalencia de éxtasis en 2011 (19 millones de dólares, o sea el 0,4% de la población) fue más baja que en 2009. Sin embargo, a nivel mundial, las incautaciones han alcanzado un nuevo punto máximo: 123 toneladas en 2011, lo que supone un aumento del 66% en comparación con 2010 (74 toneladas) y el doble desde 2005 (60 toneladas).

La metanfetamina sigue siendo el puntal del negocio de los estimulantes de tipo anfetamínico, representando el 71% de las incautaciones de esas sustancias a nivel mundial en 2011. Los comprimidos de metanfetamina siguen siendo el estimulante de tipo anfetamínico predominante en Asia Oriental y Sudoriental, región en la que fueron incautados 122,8 millones de comprimidos en 2011, aunque dicha cifra supuso un descenso del 9% en comparación con 2010 (134,4 millones de comprimidos). Sin embargo, las incautaciones de metanfetamina cristalizada aumentaron hasta 8,8 toneladas, el nivel más alto de los últimos cinco años, lo que indica que la sustancia es una amenaza inminente. En México se registró la mayor cantidad de metanfetamina incautada, que se duplicó con creces, de 13 toneladas a 31 toneladas, en el plazo de un año, representando la mayor incautación a nivel global.

El cannabis sigue siendo la sustancia ilícita más consumida en el mundo. Se registró un pequeño aumento de la prevalencia de consumidores de cannabis (180,6 millones, es decir, el 3,9% de la población de 15 a 64 años de edad) en comparación con las anteriores estimaciones en 2009. Mientras que el consumo de cannabis ha disminuido entre los jóvenes en Europa en la última década, hubo un ligero aumento de la prevalencia de consumidores de cannabis (180 millones, es decir, el 3.9% de la población de 15 a 64 años de edad) en comparación con las anteriores estimaciones de 2009.

Se puede consultar el Informe Anual sobre Drogas 2013, en castellano, en el siguiente enlace:

http://www.unodc.org/documents/mexicoandcentralamerica/WDR2013_resumen_espanol.pdf

Buscaban muchas cosas…, y encontraron drogas

Recuerdo la primera vez que una de mis maestras de primaria sacaba en clase la palabra droga. La reacción de los chavales de la clase estuvo entre el pánico y la incredulidad: ¿cómo iba a haber gente tan torpe como para hacerse tanto daño? Una década más tarde, me tocó conocer bien de cerca que el pánico estaba fundado y que era creíble que había chicos que se destruían a sí mismos, al tiempo que arrastraban a gran parte de su entorno. Las impactantes imágenes de los años 80 de personas enganchadas a la jeringuilla, con rostros marcados inconfundiblemente, inhabilitados para trabajar, para convivir socialmente, convertidos por necesidad en delincuentes profesionales… han quedado atrás como una triste pesadilla. El perfil, la forma de dar la cara, y las repercusiones (personales, familiares, sociales…) de los “yonkys” de entonces evidentemente no son las de hoy, pero no podemos ser muy optimistas, las dependencias de ahora, siguen causando estragos tanto para la persona que las padece como para quienes viven en su entorno. En este comienzo de siglo los consumidores de drogas comparten nuestro trabajo, son vecinos, amigos y, hasta familia nuestra, pero permanecen invisibles pero, aunque la cocaína y todas sus compañías no den la cara de una forma tan cruda y rápida como lo hacía la heroína de entonces, sus efectos a medio y largo plazo no son menos destructivos. La droga, a pesar de todas las campañas preventivas, ha dejado de ser algo temido y está al alcance de cualquier adolescente en sus lugares habituales de ocio cuando no en su tiempo escolar. Más de la mitad de las personas atendidas por la Asociación NOESSO a lo lardo de 2007 habían iniciado su consumo entre los 14 y 18 años. El uso y abuso de las drogas cuenta con un medio facilita el acceso, que ofrece modelos cercanos de consumo, que nos cuentan las mil maravillas de sus efectos y que nos dicen que “no pasa nada”, que ellos lo hacen cuando quieren y que “controlan”. La mitad de los pacientes ingresados en alguno de los programas de tratamiento tenían antecedentes de consumo familiar. Y esto cada vez es más frecuente, porque el consumo ha dejado de ser una conducta rara, se ha extendido, de manera exponencial el número de población afectada. Otro de los rasgos característicos de esta nueva etapa es que ha dejado de ser una adicción selectiva y marginal, llega a las familias de alto estanding y a las de clases más bajas, afecta a profesionales de la salud como a albañiles y agricultores. Sin embargo, en el caso del perfil de las personas atendidas en NOESSO, el denominador común es el abandono o fracaso escolar, más del 50% no han terminado la ESO. ¿Qué está pasando para que fracasen tan estrepitosamente las nuestras campañas de prevención y las alertas sociales? ¿Qué patología social es esta que hace que, en tiempos de tanta abundancia sea necesario un recurso tan alienante como destructor? La respuesta a estas preguntas ni es fácil ni es única. Una cosa sí parece cierta: esta sociedad no parece tener alternativas para las frustraciones y angustias de muchos chicos que encuentran en el consumo de las drogas el refugio y la respuesta que no obtienen por otra vía. Seguimos gastando energías y medios en prevención, inventamos jornadas, talleres, juegos, pero da la impresión que se convierten en motivos de entretenimiento para los jóvenes normalizados y, ni siquiera eso, para aquellos situados en la deriva del fracaso y la exclusión. Quizá debamos hacer una lectura atenta y responsable de la biografía de cualquiera de las personas drogodependientes que conocemos, de las vías por las que llegaron a la dependencia y la exclusión. Cada una de ellas estaba buscaba muchas cosas –reconocimiento, aprecio, salidas,…- y a cambio encontraron drogas. Seguramente en ellas podamos encontrar también las respuestas sociales que necesitamos para ofrecer a los jóvenes de hoy itinerarios de inclusión, de libertad y autonomía personal. Juan Sánchez Miranda Director de NOESSO