Del “no estás solo” al “no estás sola”
Extracto del Informe No Estás Sola:
«Hasta en el nombre la realidad nos había delatado. De pronto entendimos que había que romper costuras, también las que traía consigo nuestra denominación y que venían a poner de manifiesto que éramos hijos e hijas de un contexto y que había que recomponer “el traje” para que pudiera venirles bien a todos/as.
Para mejorar la adherencia, como ya hemos referido antes, hemos tenido en cuenta la necesidad de: personalizar el tratamiento, adaptar los servicios e infraestructuras a las necesidades de las mujeres, crear grupos homogéneos por sexo (sólo de mujeres o sólo de hombres), la formación del equipo profesional en perspectiva de género, violencia de género y generar áreas específicas de igualdad de oportunidades, etc.
Concretamente con las mujeres, para NOESSO es de vital importancia cubrir las necesidades particulares de cada una de ellas con problemática adictiva. Además, en ocasiones, presentan problemáticas biopsicosociales asociadas a su problema con la adicción que complican su tratamiento, dichas características hacen que la evolución de la adicción de las mujeres, con o sin sustancias y sus necesidades específicas, condicionen su tratamiento.
El primer aspecto que tenemos en cuenta en la intervención, es que a las mujeres se nos construye en relación, por lo que valoramos que, aunque comenzar el tratamiento en la comunidad es un tiempo para poder centrarse en una misma, las mujeres que son madres necesitan el contacto con sus hijos e hijas, ya que no van a afrontar con tranquilidad el inicio del tratamiento dejando aparcada su condición de madres. De hecho, comprobamos que es la sensación de abandonar sus obligaciones y rol de madres uno de los motivos principales de abandono. La incomunicación con la familia que tenían establecidos los tratamientos durante la primera semana, vimos que constituía un verdadero hándicap para las mujeres, que son madres, por lo que vimos que era necesario facilitar el contacto con sus hijos e hijas. (criterio que también establecemos para los hombres que son padres, con objetivos diferentes en la intervención).
El segundo aspecto que llevamos a cabo, siendo una comunidad mixta, es generar espacios con un ambiente seguro, exclusivo para mujeres, que sea íntimo y sin estigmas para las mismas, desarrollando terapias de grupo en las que participan únicamente ellas».
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