Nuestras primera manos
Encarni San Blas es una voluntaria que nos ayudó a poner en orden las ideas y hacer que técnicamente el proyecto tuviera coherencia. Empezamos con suerte. Aprovechamos la convocatoria de la Consejería de Innovación, Ciencia y Empleo para financiar Proyectos de Interés General y Social y presentamos el Huerto, como candidato. Se nos concedió una ayuda para la contratación de las tres personas que solicitamos para ponerlo en marcha.
También se han cruzado los caminos de este proyecto y Marisol García. Ella es argentina hija de emigrantes españoles a América. La seleccionamos como Ingeniero Técnico Agrícola y por ser experta y enamorada de la producción agroecológica con una buena experiencia en la puesta en marcha de huertos urbanos.
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Este grupo de primeras manos quedó completo con otras dos personas que también estaban desempleadas y que tenían ganas y necesidad de trabajar. Así incorporamos a José Rodríguez y a Juan José Cortés. tienen con una dilatada experiencia tanto en el campo de la agricultura como en el de la albañilería.
No sabemos quién les ha recibido con más ganas, si el campo baldío o nuestro equipo de la Comunidad Terapéutica que les esperaba, como esperamos la lluvia en este año tan seco.
Sólo recoge el que primero siembra
Se puso en marcha un proceso en el que se invitaba a los socios y amigos de Asociación NOESSO y a los amantes de la ecología en general a implicarse y hacer suyo este proyecto. Queremos y necesitamos personas para poner en pie esta creación. Hemos de agradecer la respuesta de quienes han enviado contribuciones con la confianza tan solo del calor de las palabras. Hemos reunido más de 5000 euros hasta ahora.
Es verdad que lo que más cuesta es echar a andar, el empujón primero. Luego tendrá que venir el mantenimiento y el cuidado de los cultivos, pero una vez andando estamos seguros que la tierra dará lo suyo, que es de lo que más sabe.
Insistimos desde Asociación NOESSO en que este proyecto necesita de más amigos y amigas que le quieran. También está necesitado de más apoyos económicos para que llegue el agua, la red de regadío, las semillas…
Recordamos que sólo pedimos un préstamo, que lo devolverá el propio huerto con creces en forma de frutos de calidad.
Seguimos compartiendo nuestro sueño común
Desde que surgió la primera idea no hemos hecho sino creer en ella, porque la experiencia nos dice que sólo crece aquello en lo que realmente se cree y por lo que de verdad se apuesta. Además, hemos puesto todo nuestro esfuerzo en contar nuestro sueño por donde hemos ido en estos últimos meses. Hemos presentado el proyecto en diversos foros e instituciones. Hemos sembrado conscientes de que quien siembra siempre recoge. Confiamos tanto en la buena tierra, esa que acogerá nuestras primeras semillas, como en la gente buena que está dispuesta a hacer suyo este sueño.