Los participantes en un taller de pintura transforman la imagen del edificio residencial de “La Quinta”

Los residentes en “La Quinta”, en una labor encabezada por uno de los usuarios, han llevado a cabo diferentes tareas, desde tratamientos para humedades del edificio hasta incorporar diferentes elementos decorativos al centro, que se transforma así es un espacio más cercano a sus usuarios.

El taller de pintura desarrollado en “La Quinta” sigue dando sus frutos. El principal ha sido que sus usuarios han adquirido una serie de habilidades que les son de gran utilidad en su vida cotidiana, como la concentración en una labor concreta, el interés por la previsión de los acontecimientos y la participación en tareas colaborativas. En este  taller los participantes han utilizado diversos materiales que han dado sus frutos. Este resultado se puede observar en el aspecto exterior que ha recibido el edificio principal.

De un lado, su labor ha consistido en la instalación de un zócalo de piedra, que va a permitir además eliminar la humedad del edificio, mejorar su aspecto incorporando la idiosincrasia de la zona. Asimismo, se han realizado una serie de elementos dibujados en el exterior, que han transformado la imagen del centro. Y lo más importante, la belleza exterior del trabajo bien hecho tiene una repercusión directa en los propios artistas, mejorando la autoestima y satisfacción de los mismos.